Explore algunas obras de la colección del VMFA firmadas por muchos de los artistas que aparecen en los retratos de Man Ray expuestos en la muestra Man Ray: Los años de París.
La exposición del VMFA Man Ray: Los años de París se centra en los innovadores retratos fotográficos que el artista estadounidense Man Ray realizó en la capital francesa entre 1921 y 1940. En las primeras décadas del siglo XX París se hizo famosa en todo el mundo como un influyente centro de libertad artística y atrevida experimentación, lo cual explica la extraordinaria migración que se produjo hacia allí de un número muy amplio de artistas, arquitectos, compositores, bailarines, diseñadores de moda, cineastas, músicos y escritores. Poco después de su llegada en julio de 1921, Man Ray se embarcó en una prolongada campaña para documentar el vanguardismo internacional en el París de entreguerras en una serie de retratos excepcionales que forjaron su reputación como uno de los fotógrafos más destacados de su época.
¡Explore algunas obras de la colección permanente del VMFA realizadas por muchos de los artistas que aparecen en los retratos de Man Ray!
Reconocido internacionalmente como uno de los artistas más carismáticos, innovadores y creativos del siglo XX, Pablo Picasso (1881-1973) transformó la historia del arte a través de su virtuosismo innato y su creatividad proteica. Man Ray hizo una serie de retratos del artista español a lo largo de los años.
La fotógrafa americana Berenice Abbott (1898-1991) nació con el nombre de Bernice Abbott en Springfield, Ohio. Tras estudiar periodismo en la Universidad Estatal de Ohio (Ohio State University), decidió convertirse en escultora, trasladándose a París en marzo de 1921. Allí, por sugerencia de Jean Cocteau, adoptó la versión francesa de su nombre, Berenice. Asimismo, durante su estancia en París Abbott dejó a un lado la escultura para centrarse en la fotografía, que llegó a dominar trabajando como asistente de Man Ray en el cuarto oscuro entre 1923 y 1926.
En julio de 1905, el artista francés André Derain (1880-1954) visitó a su antiguo profesor Henri Matisse en Collioure, un pequeño pueblo pesquero francés, donde ambos se embarcaron en una colaboración pictórica extremadamente productiva basada en su búsqueda mutua del color puro liberado. Las pinturas resultantes de dicha colaboración, junto con las realizadas por su amigo común Maurice de Vlaminck, llegaron a definir el estilo conocido hoy día como Fauvismo.
La pintora, grabadora e ilustradora francesa Marie Laurencin (1883-1956) fue una figura importante de la vanguardia parisina y una de las artistas femeninas más conocidas de su generación. Aunque críticos e historiadores del arte denigraron su obra en vida del artista, relegándola a los márgenes del modernismo, en la actualidad algunos investigadores han reivindicado la política sexual y la identidad homosexual de sus pinturas y obras en papel. Sus creaciones, que a menudo se centraron en mujeres de la mitología griega o la historia antigua tales como Artemisa, Diana, Salomé y Safo, conectan a Laurencin con la comunidad lesbiana de París, compuesta, entre otras, por la escritora Nathalie Clifford Barney, la periodista Janet Flanner y la fotógrafa Berenice Abbott.
El pintor cubista francés Fernand Léger (1881-1955) fue un reverenciado maestro de la modernidad cuyas concisas composiciones geométricas de colores primarios y elementos abstractos trasladaron la energía y la cacofonía visual de la calle urbana moderna al ámbito de las bellas artes.
El líder del vivaz e innovador grupo de los fauves, Henri Matisse (1869-1954) definió la vanguardia en el arte. El Armory Show, una exposición celebrada en 1913 que ayudó a sentar las bases del arte moderno en Estados Unidos, incluyó una selección muy generosa de sus obras. Alabadas por su originalidad por algunos críticos de arte y denostadas por su extremismo por otros, causaron sin duda un revuelo.
Elizabeth “Lee” Miller (1907-1977) creció en Poughkeepsie, Nueva York, y se trasladó a la ciudad de Nueva York en 1926 para estudiar en la Art Students League. Su experiencia posando para fotógrafos de moda neoyorquinos tales como George Hoyningen-Huené y Edward Steichen la animó a forjarse su propia carrera detrás de la cámara. En mayo de 1929 Miller se trasladó a París y se convirtió en la asistente de estudio de Man Ray, tras haberse presentado a él en un club nocturno. Miller jugó un papel crucial junto a Man Ray en la evolución de la técnica de la solarización, cuando de forma accidental expuso a la luz negativos en el cuarto oscuro.
Juan Gris nació en España, pero pasó la mayor parte de su breve carrera artística en Francia. Realizó sus primeras pinturas cubistas en 1911 y llegó a ser uno de los más grandes representantes del Cubismo. Un sentido lógico y riguroso de la composición define su estilo.
El mejor amigo de Man Ray y el más grande iconoclasta del arte del siglo XX, Marcel Duchamp (1887-1968) dedicó por completo su carrera a desmentir y ridiculizar ideas preexistentes sobre el arte, manifestación que, en su opinión, debería atraer al intelecto más que a los sentidos. Man Ray conoció al francés Duchamp en Nueva York en 1915 y los dos iniciaron una larga amistad basada en un interés común por el humor, el erotismo, el ajedrez y la noción de que el concepto de una obra de arte era más importante que su materialización.
Junto a su amigo y colega Pablo Picasso, el artista francés Georges Braque (1882-1963) jugó un papel crucial en el desarrollo del Cubismo. Las obras producidas durante su intensa colaboración artística entre los años 1907 y 1914 derrumbaron nociones preconcebidas sobre la visión y reafirmaron la planitud del plano pictórico y la materialidad de la pintura.
El arquitecto, pintor, teórico y urbanista moderno Charles-Édouard Jeanneret (1887–1965) fue una de las fuerzas dominantes de la arquitectura del siglo XX. Nació en La Chaux-de-Fonds, un pequeño pueblo francófono de Suiza, y se trasladó a París en 1917. Tres años más tarde, Jeanneret y el pintor francés Amédée Ozenfant introdujeron el Purismo, un movimiento artístico basado en formas geométricas simplificadas y una organización racional, que promovieron a través de su revista de vanguardia L’Esprit nouveau (El Nuevo Espíritu). A comienzos de 1920, Jeanneret adoptó el seudónimo Le Corbusier (una versión ligeramente modificada del nombre de su abuelo materno, Lecorbésier) para sus polémicos ensayos, que más tarde aparecieron en su enormemente influyente libro Vers une architecture (Hacia una arquitectura), publicado en 1923. Le Corbusier abogó por un resurgimiento de la arquitectura basada en función, tecnología moderna y forma pura, en lugar de la excesiva ornamentación del Art Decó.
La escultora americana expatriada Janet Scudder (1869-1940) nació con el nombre de Netta Deweze Frazee Scudder en Terre Haute, Indiana. A los dieciocho años cambió su nombre por el de Janet, tras matricularse en la Cincinnati Art Academy. Scudder se trasladó a París en 1894 y forjó su reputación como maestra de gráciles esculturas de jardín, que a menudo representaban querubines, faunos juguetones tocando la flauta y relucientes nereidas.
Artista autodidacta, Maurice de Vlaminck (1876-1958) fue uno de los miembros clave del movimiento conocido hoy día como Fauvismo. Ya en 1905, cuando exhibió sus lienzos junto a los de André Derain y Henri Matisse en el Salón de Otoño de París, las obras de Vlaminck poseían la pincelada frenética, el intenso colorido y la intensidad expresiva que llegarían a ser características distintivas de la contribución del grupo de los fauves al arte moderno.
Las fantasiosas pinturas abstractas que el artista surrealista español Joan Miró i Ferrà (1893–1983) hizo en París a menudo registraron sus recuerdos del paisaje bucólico de su tierra natal, en el norte de España.
En 1922, el pintor francés Yves Tanguy (1900-1955) se marchó a París, coincidiendo con su deber de cumplir el servicio militar obligatorio en dicha ciudad. Sus paisajes surrealistas típicamente incluyen planicies áridas y extensas y extrañas formaciones rocosas, evocadoras de los menhires, dólmenes y otras rocas erosionadas de tiempos prehistóricos que había conocido durante su niñez en Bretaña.
Salvador Dalí (1904-1989), el artista más conocido del movimiento surrealista, transformó sus sueños y obsesiones personales en algunas de las imágenes más originales y llamativas del siglo XX. Inspirándose en los escritos psicoanalíticos de Sigmund Freud, Dalí usó sus pinturas visionarias y sus imágenes de pesadilla para explorar sus ansiedades sexuales.